Volkswagen: Think Blue. Engineering

Think Blue. Engineering.

Pensamos a lo grande, hasta el último detalle.

Uno de los objetivos del Grupo Volkswagen es llegar a ser el fabricante de automóviles ecológicamente más sostenible del mundo en 2018. 

Pretende ofrecer que en cada segmento el coche con el mejor balance de CO2, para ello, la visión global de "Think Blue. Engineering"  tiene encuenta el ciclo de vida de cada vehículo, desde su desarrollo hasta su reciclaje.

Siempre en movimiento por un buen clima.

Protección del clima

El mayor potencial de ahorro en las emisiones de CO2 de nuestros coches se encuentra en

 las carreteras. Está previsto que cada nuevo Volkswagen sea en ellas como mínimo un 10 % más eficiente que su modelo anterior. De este modo pretendemos reducir el promedio de emisiones de CO2 de nuestra flota de vehículos nuevos de la UE hasta 2015 por debajo de los 120 gramos por kilómetro, hasta 2020 incluso a 95 gramos. Sin embargo, perseguimos un objetivo todavía más ambicioso: ¡queremos que el coche más eficiente en cada segmento en cuanto a consumo sea un Volkswagen!

Cuidado de recursos

Todas aquellas cosas en las que podemos ahorrar.

Un importante componente de “Think Blue. Engineering.” es el empleo responsable de los recursos. Aquí pretendemos aprovechar todo nuestro potencial. Para ello, apostamos cada vez más por materias primas regenerativas y recicladas. ¡Además ahorramos recursos mediante la provisión de motores alternativos, el aprovechamiento de carburantes alternativos y el empleo de las tecnologías de reciclaje más modernas!

Nuestra idea de crecimiento sano.

Protección de la salud

Lo que más nos gustaría es que un Volkswagen no dejara atrás más que el aire que produce

 durante la conducción. Hasta que consigamos esto, trabajaremos con tenacidad para reducir las emisiones de ruidos y de elementos contaminantes. Por supuesto hacemos también todo lo posible para minimizar las emisiones, los ruidos de conducción y olores en el habitáculo. El hecho de que por ejemplo cumplimos sobradamente la legislación más estricta del mundo para la evitación de elementos peligrosos y contaminantes demuestra: ¡que estamos en el camino correcto!